Big Momma nació del impulso de crear algo que se sintiera real. Un impulso de esos que salen del pecho, motivado por una incesante necesidad del hacer, de expresarnos.
Así fue como nos juntamos tres amigos: Gonzalo, Juan Martín y yo. Nos sorprendimos a nosotros mismos con lo que fuimos creando: ideas compartidas, laburo intenso, encuentros y desencuentros, primeras veces, ferias, camisetas dobladas a mano, risas, diferencias y conexión.
Durante cuatro años fuimos construyendo juntos la identidad de lo que hoy es Big Momma. Ese tiempo compartido marcó profundamente la esencia de esta marca. Con el paso del tiempo, la vida fue llevando nuestros caminos hacia lugares distintos.